La tranquilidad que viene teniendo el kirchnerismo para conseguir el quórum en la Cámara de Diputados tal vez le hizo olvidar a Cristina que mudar a Eduardo Wado De Pedro a la Casa Rodada podría restarle un diputado al Frente para la Victoria.

Si De Pedro renuncia, su banca será ocupada por Manuel Fresco, ligado al diputado provincial del Frente Renovador Julio Ledesma, un histórico dirigente mercantil que suele reivindicarse como el primer kirchnerista por haber acompañado al ex presidente en sus recorridas iniciales por la provincia de Buenos Aires.

Fresco renunció en enero a la subsecretaría de Servicios Públicos de zona sur de La Matanza, con duras acusaciones a Fernando Espinoza y acercamientos reconocidos con Ledesma.

“Tomé la decisión de alejarme porque no he tenido la respuesta que he demandado todo este tiempo de recibir los elementos para asistir a los vecinos”, explicó Fresco, le dijo a Radio Radio Universidad de La Matanza.

“Hay funcionarios que dicen que yo soy un traidor por comer un asado con Ledesma y no atienden a los compañeros. Pero la Región Descentralizada Sur está abandonada. Mientras estuve, un equipo de compañeros la mantenía, pero esto pasa porque no hay conducción”, cuestionó.

Para que no asuma, el kirchnerismo debería utilizar su mayoría para darle licencia a Wado y no definir su reemplazante, tal como ocurre con el riojano Javier Tineo, miembro del Gabinete de Luis Beder Herrera.

El riesgo de esa jugada es que resta un diputado para el quórum, pero con los nuevos aliados que garantizó Julián Domínguez ese no resulta un problema. Tal vez sea peor darle un diputado a Massa.